La proporción áurea viene condicionada por el número áureo, también conocido como ‘la divina proporción’ o el ‘número de oro’ (φ). Se trata de un número algebraico irracional que se encuentra en la naturaleza (algunas hojas de árboles, grosor de las ramas, en el caparazón de un caracol…) y también en numerosas representaciones geométricas, por lo que pueden influir de una forma determinante en el mundo del arte ya que se le atribuye la perfección.
A este número, y por lo tanto a esta proporción, que es una construcción geométrica, se le atribuye un perfil estético bello y atractivo; por eso se le denomina con algunos términos tan rimbombantes y se utiliza en el arte. No obstante, tampoco está exento de polémica, porque a pesar de que durante cientos de años se ha ligado a algunas obras de arte, algunos expertos en este ámbito o en el de las matemáticas son reacios a esa supuesta perfección que posee dicha proporción.
Y aun así, lo cierto es que el número de oro, que surge como solución a un problema matemático, está presente en la naturaleza, por ejemplo en las cabezas de los girasoles o en los nautilus. Y no sólo en el arte en los cuadros de Dalí, Juan Gris u otros pintores, también se ha utilizado para el diseño de los Aston Martin, de los violines Stradivarius, de proyectos arquitectónicos o incluso en el séptimo arte, con películas como PI, de Darren Aranofski.
Aunque no sea nuestra área, si te interesa saber qué valor representa este número algebraico, 1’6180…: la longitud total a+b es al segmento más largo a, como a es al segmento más corto b.